La Palabra para martes, 12 agosto 2025

Nosotros, que vivimos, siempre estamos entregados a muerte por causa de Jesús, para que también la vida de Jesús se manifieste en nuestra carne mortal.

2 Corintios 4,11

Regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos.

Lucas 10,20